El Real Madrid sublimó su versión y se encontró con el mejor nivel de la temporada en el momento justo. Un Poirier indomable, unido al coraje y la calidad de Sergio Llull y el repertorio ofensivo de Yabusele lideraron a un Madrid capaz de barrer de la pista (95-66) a Maccabi Tel Aviv y poner el 2-0 en una eliminatoria que acerca y mucho a los blancos a la Final Four de Belgrado. Un sólo paso para el objetivo de un equipo resucitado y que supo aunar lo mejor de lo preparado en ambos aros, en el Día D y haciendo buena la intención de Laso de crear, contrarreloj, el conjunto más competitivo posible.
Llegaba el Madrid al segundo partido en el Wizink Center después de mostrar una versión de notable alto que les había valido la victoria en el primero. El mejor Williams-Goss en varias semanas debía verse refrendada, junto con un Causeur artífice del 1-0 y unos pívots, semi-desaparecidos en el encuentro del miércoles y que Maccabi a la fuerza liberaría para evitar la sangría desde la línea de 6’75.
Dicho y hecho, el Madrid empezaría con el turbo activado y un Williams-Goss que sería el primero en ponerse las pilas. El primer cuarto fue una vorágine anotadora y en esas se acopló mejor el cuadro local, que espoleado por su afición llegó a unos impresionantes 35 puntos que le daban ventaja suficiente para ir gestionando su favoritismo ante las acometidas de Maccabi, intenso en ataque pero inerte en esa faceta, la defensa, tan sumamente importante en los encuentros decisivos de la competición.
El Madrid se había adaptado a las circunstancias y la bajada de ritmo en el juego, producida en el segundo cuarto, deparó una adaptación superior de los blancos, que al descanso dibujaban un un 56-37 que hacía presagiar lo peor para Maccabi y lo mejor para los locales, con un Palacio que enloquecía como los viejos tiempos al ritmo marcado por un Llull en su mejor versión anotadora.
La segunda parte resultaba un periodo de sostén, y no es poco, en un marcador que se sobraba para poner el 2-0. Poirier era un coloso en la zona y había dibujado un 26 de valoración al descanso, con 13 puntos y 9 rebotes que eran el dominio absoluto de los blancos al descanso. El galo tomaba el relevo de Tavares en la zona mientras Yabusele seguía engordando la estadística ofensiva del Madrid, dejando sin historia un encuentro que llegaría al último cuarto con todo sentenciado.
Una vez ahí, las rotaciones se hicieron patentes y Maccabi, aunque también perdería, compitió a la vez que firmaba su rendición ante el mejor Real Madrid de 2022 en el mejor momento, en una versión que asegura a los blancos volver a la capital mientras ponen un pie en la Final Four de Belgrado.